Ser uno mismo (Por Lic. María de las Mercedes Guidobono)

Trabajo en discapacidad y sé lo difícil que es luchar contra la discriminación de todos los días, disfrazada de múltiples maneras. Hoy día, llama la atención, una lista de canciones que suenan todo el tiempo en la radio y en la televisión, que resaltan la “igualdad”, el “todos somos uno”, “No hay diferencias”, etc. Se advierte en ello, un lenguaje homogeneizador, que bajo la bandera de la no discriminación, nos hace preguntar grupalmente en el taller que coordino: “¿Todos somos iguales?” “¿Todos somos uno?” “¿Es bueno eso? ¿Para quién?” Creemos que las diferencias son los que nos vuelve singulares, nos identifican, nos hace alguien distinto del otro, nos saca del “manual”, de la “universalidad” de discurso disciplinador. Ser diferente no es malo, ser diferente es lo más propio que tenemos. Pensamos que la igualdad, en todo caso, tiene que ver con los derechos que tenemos como seres humanos que somos. Porque la discapacidad, no es ni un adjetivo, ni un sustantivo, es una construcción social. La persona con discapacidad no tiene “capacidades diferentes”, sino que tiene las mismas capacidades que todos, pero que la diferencia, en tal caso, radica en los tiempos, en los modos de hacer o desarrollar, expresar las cosas, sentimientos, maneras… (porque es la sociedad de una época la pone la Ley, la Norma, la que “regulariza” las formas en que se debe ser y hacer). Pero hete aquí que somos una multiplicidad heterogénea. Y que nuestro derecho es libertad de ser y hacer de diferentes formas, en igualdad de condiciones ante la ley. Ser diferentes es lo que mejor nos sale, porque es la libertad que tenemos como sujetos, seamos personas con discapacidad o no, pero es difícil ser uno mismo, cuando convivimos con el discurso “tranquilizador -homogeneizador” que tiene que ver con el taponar lo distinto, lo más particular de uno, lo que hace que cada uno sea uno y no otro…¿Ser distinto es malo? Ser iguales, fotocopiados los unos de los otros, versiones falsificadas de un alguien que se puso como modelo: ¿Ser “igual” es bueno? Suturar nuestras diferencias nos genera malestar, hace síntoma y tarde o temprano: nos enferma. En nuestro taller del centro de día, estamos llevando adelante un programa de videos (que luego subimos a youtube) en donde los jóvenes con discapacidad neurobiológica, reflexionan acerca de los artículos de la “Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad” y sobre cómo interpreta cada uno desde su experiencia el tema de la discriminación, los prejuicios, la exclusión, etc. y la forma en que cada uno logra superar (o no) las barreras que la sociedad impone, que no tienen que ver solamente con barreras “físicas”, sino con las “psicológicas” que son muy dolorosas. Todavía, me sigue llamando la atención cosas que han surgido en este y otros talleres que he coordinado, por ejemplo: ( período 2014/16) que por la calle se le patee a propósito el bastón blanco a un ciego y se le grite con bronca: “ciego h…de p…”; que se lleven por delante adrede a una mujer ciega embarazada diciéndole: ”cómo se te ocurrió embarazarte” ; o que a un joven con discapacidad intelectual, se le rían en la cara y se le exclame: “vos te hacés el tonto para pasarla bien”. Como podrán imaginar, estas cosas (y tantas otras) no sólo hieren el alma, sino que también agujerean el corazón mismo de nuestra sociedad. Cabe seguir trabajando (y mucho) para que la ignorancia y la maldad no ganen terreno. Para la primera (ignorancia) tenemos solución: seguir difundiendo los derechos de las personas con discapacidad, hacer campañas, salir, caminar, conquistar un mundo por delante!; pero para la segunda (la maldad) nos toca no cerrar el interrogante y seguir preguntándonos…nos toca hacernos doler en las entrañas para encontrar pistas de dónde puede surgir toda esa negatividad arrojada impunemente sobre otro ser humano que sólo quiere ser quien es! Y sobre todo, preguntarnos acerca de porqué generamos como sociedad dobles discursos: a la vez que cantamos canciones de amor y aceptación, rechazamos como nunca, bajo el disfraz de ser “todos uno” -y como si fuese algo malo- ser uno mismo: singular y diferente, en igualdad de condiciones ante la ley.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Rol del Psicopedagogo en la actualidad (Lic. María de las Mercedes Guidobono)

¿Qué es el Counseling? Por Clr. María Guidobono

El discurso del Rey - Análisis, María Guidobono