Psico-perspectivas teatrales
Por María de las Mercedes Guidobono
“Pocholo y sus pompas múltiples”, de Alfredo Megna, es una obra de teatro casi lírica en su aspecto existencial, las infinitas representaciones del deseo, lo que implica vivir sabiendo que una elección posibilita múltiples desenlaces.
Nestor Navarria sobre el escenario nos muestra toda su destreza actoral, la puesta total de un cuerpo en todos sus personajes: Tintín, Pocholo, “los de la marca”, Wanda y hasta Homero, su gato compañero de toda la vida. Representando cada personaje o haciéndonos creer sin dudar que existe alguno.
Lo maravilloso de Navarrio y su excelente actuación trasciende los personajes mismos para, también recrear hasta el más mínimo detalle una escenografía materialmente inexistente, como lo es la fábrica de soda, el campo con el jacarandá, la bañadera con Wanda.
La obra lleva al máximo la fantasía más deseada de todo neurótico: que no se pierdan las posibilidades.
En un mundo sin garantía, Tintín, como cualquiera de nosotros en la vida real, debe tomar decisiones, decisiones que pueden alterar para siempre su existencia, que es única, y único el tiempo, es por eso que Megna trabaja sobre el deseo y su cumplimiento.
Ahora, bien, siguiendo a Lacán nos podemos preguntar: si el deseo es insatisfecho por estructura: ¿hay un solo deseo o son muchos?
La pregunta y la respuesta que nos da “Pocholo y sus pompas múltiples” tiene que ver con que hay un deseo que motoriza otros deseos, y que pueden existir todos estos deseos y todos estos cumplimientos de deseo al mismo tiempo en una sola existencia o en múltiples existencias paralelas.
Navarria con su personaje de Tintín, nos presenta la posibilidad de las posibilidades: vivir todo al mismo tiempo, sin ese terror neurótico de experimentar la pérdida por haber elegido algo en particular.
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Teatro El Belisario
Avda. Corrientes 1624
Viernes a las 23:30hs $50
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