"El surgimiento del Sistema Educativo en nuestro país como necesidad política"
Ensayo: "El surgimiento del Sistema Educativo en nuestro país como necesidad política" (Lic. María de las Mercedes Guidobono)
A
menudo solemos tomar como naturales ciertas cuestiones, sin detenernos a pensar
si eso siempre fue así, el por qué es así y si acaso eso podría ser de otra o
varias maneras…Eso se llama “naturalización” y preguntarnos acerca de todo eso,
se llama “crítica” a esa realidad, desnaturalización.
Este
ensayo, surge, de alguna manera, con el empuje de un pensamiento crítico. Vamos
a no quedarnos en la superficialidad de creer que la escuela siempre existió y
vamos a no quedarnos con la duda, acerca de cómo es qué surgió.
“Comenzar
a pensar es comenzar a estar minado” decía Albert Camus. Pues, bienvenidos sean
los miedos, las explosiones intelectuales, porque de eso se trata estudiar,
investigar.
Primera
pregunta para hacernos: ¿La escuela siempre existió? A simple vista se nos
viene a la cabeza Sarmiento como emblema de la escuela en la República
Argentina. Padre del aula, no hay dudas sobre su enorme vocación, trabajo y
entrega por la educación. Pero la pregunta es un poco anterior a Sarmiento,
entonces podemos respondernos desde lo histórico, que: no siempre hubo escuela,
y sin embargo, la educación sí estuvo presente de diferentes formas.
Formas
que tenían que ver, para las sociedades primitivas con la preservación de lo
creado y por ende con la transmisión cultural, la continuidad del ser humano.
Entonces,
ahora, ya con este saber sobre que la escuela no existió siempre, vamos a
hacernos otras preguntas: ¿Cuándo y por qué surge la escuela en nuestro país?
A
la pregunta cuándo, respondemos que nuestro sistema educativo nacional tiene su
origen en la segunda mitad del siglo XIX, en lo que se considera: “la
Modernidad” Y qué es la Modernidad…?
La
Modernidad nace en las sociedades occidentales, se inicia aproximadamente en el
siglo XV y se extiende al XIX, es una época caracterizada por las
transformaciones sociales, científicas, económicas y políticas. Donde, podemos
decir que el hombre se constituye como “sujeto”, que piensa al cuerpo como un
ente aislado de la mente, y que en el tema educativo la tarea está
absolutamente centrada en el educador de tinte autoritario.
Acaso
podemos definir a nuestra época actual como la “posmodernidad”, la sociedad de
lo rápido, de la imagen, de la sobrevaloración de la mirada del Otro, de la
cultura de lo placentero y efímero, donde el esfuerzo no está muy bien
visto. Y también como la época en que se
da: “la muerte del sujeto” en el sentido de que ya no hay “una verdad”, las
miradas son múltiples, y desde el paradigma biopsicosocial la mente y el cuerpo
están integrados.
Mencionamos
brevemente estas cuestiones, para poder entender cuál era ese contexto en donde
surge la institucionalización del sistema educativa, porque consideramos que
decir sólo la fecha no nos aporta demasiado, sin embargo, describir el contexto
a diferencia del nuestro, nos hace abrir la mente hacia otra dimensión.
La
apertura de mente es la que necesitamos tener para poder tener la comprensión
necesaria de otros contextos en donde surgen otros paradigmas.
La
otra pregunta que nos quedó sin responder es por qué surge la escuela.
Hagamos
en este punto un esfuerzo de pensamiento para desnaturalizar lo dado…que la
escuela siempre estuvo, que deviene de procesos educativos primitivos en donde
se fue complejizando, evolucionando…
Pues,
para sorpresa de muchos vamos a decir que no, que el sistema educativo en
nuestro país no deviene de un largo proceso, sino que es disruptivo, que, surge
en un momento dado (Siglo XIX, como dijimos anteriormente) y que tiene que ver
en todo caso con el devenir de un sistema mundial que había terminado con las
guerras pero que encontraba otra clase de control…la educación.
¡Qué
fuerte esto! Si, estamos diciendo que se cambia la forma de dominación, de
control a la población…ya no será como antes... mediante armas, sino que ahora
será con la escuela ( tan inocente que parecía la cosa!)
Estamos
en un punto crítico, segunda mitad del siglo XIX, Modernidad, olas y olas de
inmigrantes de diversas culturas arriban a nuestro país…pareciera que peligrara
la propia especie, la continuidad de nuestra cultura (¡Somos tantos y nos
conocemos tan poco!). Algo habrá que hacer.
Es
allí, queridos lectores donde damos respuesta a la pregunta de porqué surge el
sistema educativo en nuestro país, surge no como un proceso del devenir mismo
de la educación primitiva, sino que surge como una necesidad política imperiosa
de poner orden al caos que se estaba viviendo.
No
nos alarmemos si afirmamos que la función del sistema educativo es política (no
atenta eso contra nuestras queridas “blancas palomitas” de delantal blanco
impoluto).
Lo
cierto es que se necesitó reorganizar y unificar un dispositivo que se venía
dando por separado, y eso surge como respuesta a ese determinado contexto
socio-cultural que antes expusimos.
Podemos
entender ahora cómo la escuela surge de manera “artificial” y no natural, en
respuesta a una demanda que lo reclama. Y cómo esta demanda y este reclamo no
son aisladas del panorama mundial, sino, todo lo contrario, resultado de
procesos liberales, de políticas totalmente pensadas para que ello ocurra.
Es
tiempo de hacernos otra pregunta: ¿qué bases tenía en la Modernidad el sistema
educativo en nuestro país? Según lo estudiado, esas bases son: el liberalismo,
el positivismo y la escuela tradicional.
El
liberalismo para homogeneizar a la población (ya habíamos hablado antes sobre
el control y la dominación modernas). El Estado necesita formar ciudadanos que
puedan elegir a su gobierno y acceder a él; el positivismo, cuya mirada está
puesta en la rigurosidad del método científico, en la universalidad de los
modos de enseñar y la escuela tradicional que toma al alumno como tabula rasa,
como hoja en blanco a llenar por el maestro.
Conclusiones:
Para
finalizar este ensayo diremos que fue encantador poder leer la bibliografía
respectiva para reflexionar acerca del surgimiento del sistema educativo en
nuestro país.
Un
país tan extenso como el nuestro que no queda ajeno al contexto mundial del siglo XIX en la Modernidad, la revolución
científica, la ola de inmigrantes que arribaba a Argentina con sus usos y
costumbres, la necesidad política de controlar, dominar a toda la población ya
no con armas sino con la escuela como homogeneizadora, como garante de una
igualdad forzada.
Desde
esa perspectiva pudimos comprender cómo la formación de la escuela apoyaba la
construcción de la política interna y los gobiernos locales, cómo a su vez se
necesitaba de ese rol de la escuela para poder formar a futuros ciudadanos y
políticos como parte de una elite. Pero, también y fundamentalmente cómo esa
población homogeneizada estaba apta para cumplir con todas las normativas del
país.
La
mirada del positivismo acerca de que un solo método educativo bastaba para
educar a todos por igual y que si alguien no entendía, el problema estaba en
ese alguien…La segregación naturalizada traería muchos años más tarde la
demanda de profesionales idóneos que se hicieran cargo de los que “no
aprendían”.
Al
comienzo de este ensayo les advertimos que, como decía Camus: “Comenzar a
pensar es comenzar a estar minados” y de todas formas nos animamos a pensar
sobre el surgimiento del sistema educativo en nuestro país.
Hemos
desnaturalizado lo obvio, dimos paso a la mirada crítica. Estudiamos,
investigamos.
En
ese mismo sentido, al concluir este ensayo, citamos a Nietzsche: “Crecer
incomoda”, para poder decir con satisfacción que nos incomodamos “gratamente”
en el recorrido de argumentar porqué la función del sistema educativo en
nuestro país en sus comienzos fue política.
El
pensamiento y la incomodidad nos han enseñado hoy todas estas cosas necesarias
para nuestra formación tanto ciudadana como académica.
Bibliografía:
Alt,
R. (1975) Lecciones sobre la educación en estadios tempranos. Buenos Aires:
Mimeo
Pineau,
P. (1996) La escuela en el paisaje moderno. Consideraciones sobre el proceso de
escolarización. En Cuccuzza (Comp. Historia de la Educación en Debate. Buenos
Aires: Miño y Dávila.
Tedesco,
J.C. (1993) La función política de la educación. En: Educación y Sociedad en la
Argentina. Buenos Aires: Centro Editor Argentino.
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