Intervención Psicopedagógica en el Proceso Diagnóstico

 “Intervención Psicopedagógica en el Proceso Diagnóstico”

 Por Lic. María Guidobono 

El psicopedagogo realiza su intervención en la etapa diagnóstica, luego de un gran recorrido con el paciente, a través del cual ha podido construir con él, un proceso abierto, flexible, de investigación, conocimiento, en el cual ya ha podido ir conociendo al sujeto en cuestión, a su prehistoria, historia, entramado familiar, contexto social, ha podido aproximarse lo más posible a la subjetividad del paciente y conocer cuál es el lugar del “saber” en su familia, cómo circula ese saber, es decir: ha podido reconstruir y construir el síntoma durante el proceso psicopedagógico, valiéndose de diferentes técnicas, recursos, saberes, preguntas y escucha atenta sobre todo. 

No puedo dejar de reflexionar con autores y autoras tan importantes para la psicopedagogía en Argentina, uno va teniendo “preferencias” a lo largo de los años, sobre determinados pensamientos, como el de Marina Mûller, Alicia Fernández, Sara Paín, y esta última en su libro: “Diagnóstico y tratamiento de los problemas de aprendizaje”, va detallando, (sobre todo en el capítulo 5), los pasos a seguir por el profesional psicopedagógico, a modo de: “hoja de ruta”. 

Sin ánimo de copiar textualmente lo que dice esta excelente profesional, me gustaría hacer un punteo sobre cuestiones específicas al respecto, ya que son pasos que los psicopedagogos no pueden dejar de pensar, de tener en cuenta y de ejecutar en ese camino de su intervención. Estos son: la entrevista a padres/familia: donde se tendrá que estar muy abierto a la escucha, la atención es fundamental en este punto porque podemos aproximarnos al síntoma ; la hora de juego diagnóstica: es un espacio fundamental donde conoceremos más en profundidad al niño, donde se lo verá en su intento de elaborar mediante el juego su conflictiva, su realidad presente (ya teniendo en cuenta que lo que plasmará en la escena de juego que realiza, o el dibujo/creación, es la obra ya intervenida con su intento de superarla y no una mera copia de ella). 

El juego y el aprendizaje se relacionan, porque hay un modo o varios modos particulares, propios del sujeto, de aprender, de jugar, y jugando se aprenden los roles que nos demanda la sociedad, por lo cual hay mucho para observar en el juego de un niño; también se cuenta con las pruebas psicométricas que nos revelarán el aspecto intelectual del comportamiento del niño, es decir, como dice Paín: “Si hay deterioro de la inteligencia y si ese deterioro se manifiesta como reversible, parcialmente reversible o irreversible. Cuál es la determinación mutua de los componentes de inteligencia y aprendizaje” ; hemos de considerar también las pruebas proyectivas: siempre teniendo en cuenta que son elementos a interpretar dentro del mismo proceso psicopedagógico y no meramente con puntuaciones estándares que nos den porcentajes vacíos de subjetividad.

Las entrevistas con el niño/a, joven y adulto en cuestión son las que van construyendo espacios de escucha, de preguntas, de reflexión, en donde se irá ( junto con todo lo mencionado anteriormente) decidiendo las formas más convenientes de intervención del profesional, donde se va construyendo la hipótesis de un diagnóstico en vías de direccionar un tratamiento conveniente y personal para el tratamiento de las dificultades específicas de ese paciente. 

En ese sentido, aunque he descripto de manera general los pasos que no pueden quedar afuera según Paín, aclaro que en la particularidad misma de cada caso, el psicopedagogo será quien opte por una prueba u otra, es decir: si el paciente presenta una dificultad en la lecto-escritura, obviamente el profesional seleccionará pruebas específicas para corroborar o no la hipótesis diagnóstica, y trazará un plan de sesiones que aborden esa dificultad de manera central. Seguramente ese plan personalizado, incluirá a los miembros de la familia y a la institución escolar, y probablemente a otros profesionales, ya que la psicopedagogía trabaja de manera interdisciplinaria. 

El proceso psicopedagógico, que parte del motivo de consulta y se dirige a poder construir junto con el paciente el síntoma (para abordarlo de manera personal) busca el diagnóstico pero no con miras de “etiquetar” al sujeto y borrarle subjetividad, sino por el contrario: busca un diagnóstico para poder planificar el tratamiento que lleve al paciente a mejorar su calidad de vida. Y esto es porque la psicopedagogía tiene como objetivo: “al sujeto en situación de aprendizaje”, y el sujeto aprende durante todo el ciclo vital. 

Material de referencia:

 Mûller, Marina, (2017). Aprender a ser. Bonum 

Paín, Sara, (1983). Diagnóstico y tratamiento de los problemas de aprendizaje. Cap. 5

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